OMS – Agua, Saneamiento e Higiene (WASH)

El agua limpia es la primera medicina del mundo.

El agua como condición de la salud humana

El agua que cura o enferma

El agua no solo calma la sed: también puede decidir la vida o la muerte.
Por eso, desde su fundación, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha considerado el acceso a agua limpia y saneamiento seguro como una condición fundamental para la salud pública global.
Su programa WASH (Water, Sanitation and Hygiene) coordina esfuerzos internacionales para garantizar que cada ser humano, en cualquier rincón del planeta, pueda vivir libre de enfermedades transmitidas por el agua.

WASH nació del reconocimiento de una verdad simple y profunda:

sin agua segura, no hay salud; sin saneamiento, no hay dignidad.

Una misión que une salud y justicia

El programa OMS-WASH busca prevenir las enfermedades relacionadas con el agua, mejorar las infraestructuras sanitarias y promover hábitos de higiene que protejan la vida cotidiana.
A través de investigación, cooperación técnica y políticas públicas, impulsa tres ejes esenciales:

Agua potable segura: apoyo a gobiernos para establecer normas, monitorear la calidad y reducir la contaminación.
Saneamiento adecuado: desarrollo de sistemas sostenibles de tratamiento y disposición de aguas residuales.
Educación e higiene: campañas globales sobre lavado de manos, manejo de agua en el hogar y prevención de epidemias.

Cada acción, desde la instalación de un pozo hasta la limpieza de un hospital, forma parte de una estrategia planetaria que une salud, equidad y sostenibilidad.

El agua como vacuna silenciosa

El trabajo de la OMS en agua y saneamiento ha salvado millones de vidas.
Las estadísticas son contundentes: más de 1,4 millones de personas mueren cada año por enfermedades relacionadas con agua contaminada o falta de higiene.
Cada mejora en el acceso al agua potable equivale a una vacuna invisible: evita la diarrea infantil, la hepatitis, el cólera y decenas de males silenciosos.

El programa WASH promueve soluciones adaptadas a cada contexto: desde tecnologías de bajo costo en comunidades rurales hasta normas avanzadas de bioseguridad en hospitales.
En tiempos de crisis humanitarias, su presencia es decisiva: el agua se convierte en la primera línea de defensa sanitaria.

Agua y salud: un mismo pulso

Más allá de la infraestructura, la OMS trabaja para integrar el agua en una visión más amplia de la salud:
el bienestar físico, mental y social.
Por eso, su acción se extiende a la lucha contra el cambio climático, el control de brotes epidémicos y la promoción del desarrollo sostenible.

Cada pozo, cada estación de tratamiento, cada escuela con agua segura representa un acto de justicia sanitaria.
La OMS enseña que proteger el agua es proteger el cuerpo humano —y que el derecho al agua es, en última instancia, el derecho a la vida.

Relación con la Enciclopedia del Agua

La Enciclopedia del Agua incorpora a la OMS como la voz de la salud dentro del diálogo hídrico global.
Su programa WASH simboliza la unión entre ciencia, ética y compasión.
Recordar su trabajo es recordar que cada gota limpia es una promesa cumplida: menos sufrimiento, más esperanza.